A ver, El Destructor seguia pateando telefonos publicos por toda la Benavides, desde el tramo del Ovalo de Higuereta hasta caminos del Inca, para ser más exacto, era cerca de media noche y yo lo seguia con las manos en los bolsillos, fumandome los pocos cigarros que nos quedaban, hacia frio a pesar q era abril y las clases recien habian empezado.
-Puta madre chino, porqué no me ayudaste?.
-Trate de ayudarte.... pero Tú tampoco pusiste de tu parte pues.
Por ratos volteaba y me miraba molesto, azado y hasta confundido, los efectos del alcohol estaban pasando, pero yo sabia q no era conmigo, como podria estarlo? sus ganas de diversión lo habian traicionado una vez más, no midio al rival, se hubiera dado cuenta de lo que estaba desencadenando, weno...lo unico que podia hacer ahora era acompañarlo, tratar de que no se haga daño, (y que no le haga daño a nada importante) que por lo menos esta noche no se precipitara más, no más que en la que ya estaba...
Mi idea era sobrevivir lo que nos quedaba de la noche, y preparalo para mañana, que seria el comienzo de varias mañanas duras que le tocarian vivir, (esta vez le toco a el) todo por una noche que nadie olvidaria, que dio pie a tantas bromas ,a tantos pleitos, a tantas broncas.
Y weno, todos tuvimos noches asi...
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